BIZCOCHO DE MANZANA

Os aseguro que si seguís los pasos os quedará un bizcocho tierno, jugoso y esponjoso

NECESITAMOS:

Un Robot o batidora de varillas 
Un Bol
Una Lengua de gato
Un molde de 15 cmt diametro 
Un circulo de papel sulfurizado
Un cake tester (pincho para comprobar cocción bizcocho)


INGREDIENTES PARA 10 RACIONES:

1 Yogur natural (nos servirá de medida)
3 Huevos talla L
3 medidas de harina

2 medidas de azúcar

1 medida de aceite de girasol

1 sobre de levadura en polvo

1 cucharadita de café de esencia de vainilla

3 manzanas golden

1/2 cucharadita de canela en polvo

Unas gotas de limón

Spray para desmoldar o aceite 

 PREPARACIÓN:

Precalentar el horno, calor arriba y abajo, a 170º

Recortar el papel a la medida de la base del molde y colocar

Untar el molde con el spray o con un pelín de aceite.

Pelamos las manzanas, les quitamos el corazón y las cortamos a cuadraditos o lonchas no muy gruesas, como más os guste.

Las reservamos en agua con unas gotas de limón para que no se oxiden.

Poner los huevos y el azúcar en un bol y batir muy bien con las varillas eléctricas hasta que blanqueen y doblen el volumen.

Esto es muy importante para que quede bien esponjoso.

Añadimos el yogur y seguimos batiendo

Añadimos la medida de aceite poco a poco, en forma de hilo, como cuando haces una mahonesa y sin dejar de batir añadimos la esencia de vainilla 

Tamizar la harina junto a la levadura

Incorporarla en tres veces a la masa anterior y mezclar con una lengua de gato con movimientos envolventes. (De abajo arriba...) 

Rebozar los trozos de manzana con harina, quitando el sobrante,  eso hará que no se hundan en la masa. Mezclar.

Ponerlo todo en el molde y rellenar hasta sus 3/4 partes.

Hornear sobre una rejilla situada en el centro del horno unos 45 minutos

El horno no se puede abrir nunca que hagamos un pastel hasta que hayan pasado 3/4 partes de su cocción, sino bajará.

Para comprobar que está totalmente cocido, pasada algo más de 1/2 hora, pinchar en el centro.

Si sale limpio, ya está listo.

Sacar del horno y dejar enfriar totalmente, a temperatura ambiente, sobre una rejilla.

Si no tienes rejilla, sobre los quemadores de la cocina, la cuestión es que circule aire por la base del molde. 

Desmoldar, girar y a disfrutar.